P&R: Joachim Schüßler nos habla del departamento de ventas

¿Cuáles fueron tus primeras impresiones cuando te incorporaste a la empresa?
Ya conocía Plasmatreat antes de incorporarme, porque la empresa era cliente mío. Por aquel entonces les había vendido un robot con el número de serie 1. También había estado en contacto con Christian Buske y otros empleados de Plasmatreat en ferias. Aunque todavía no formaba parte oficialmente de Plasmatreat, ya colaboraba activamente con ella. Ya en octubre de 1999 me preguntaron si me interesaría un puesto en Plasmatreat.
Mi primer día de trabajo fue en abril de 2000, cuando llegué en tren y enseguida empecé a conocer a algunos compañeros: Holger Timpe, Klaus Gerdes, Kai Berszuck y Conny Puck, que era toda una institución en la empresa. En Steinhagen, sin embargo, enseguida me di cuenta de que no quería quedarme allí mucho tiempo: ¡no paraba de llover! Como una de mis nuevas tareas era crear una sucursal en el sur de Alemania, eso no fue un problema.
En mi segundo día de trabajo, ya estaba programando yo mismo el robot que había vendido anteriormente a Plasmatreat, ¡y esta aplicación sigue existiendo hoy en día!
En octubre de 2000 fundamos la sucursal en Birkenfeld, y la ceremonia oficial de inauguración tuvo lugar el 15 de noviembre de 2000.

¿Cómo crees que ha cambiado la empresa en los últimos 25 años?
Hemos pasado de ser una start-up a una gran empresa internacional. Antes éramos sólo 20 personas y todos hacíamos de todo. Hoy, muchas cosas están más estrictamente separadas y las áreas de responsabilidad han cambiado.
¿Cuál ha sido el proyecto más difícil en el que has trabajado y qué has aprendido de él?
Un proyecto especialmente difícil fue la colaboración con Griesser. Tras un año de planificación, hubo que rediseñar y optimizar todo el proyecto. Después de mucho trabajo y nervios, pudimos instalar con éxito el sistema en 2008. Esta experiencia demostró lo importante que es aceptar los retos y hacer frente a los contratiempos. La colaboración también aportó valiosas ideas sobre cómo tratar con personalidades fuertes por parte del cliente.
Otro reto importante fue la construcción de nuestra nueva sucursal en Birkenfeld en 2018. El edificio estaba terminado en un 90% cuando la empresa constructora se declaró insolvente.
Estuve en la obra todos los días y coordiné yo mismo la finalización definitiva.
¿Qué éxitos o logros le hacen sentirse especialmente orgulloso?
En general, estoy orgulloso de nuestro equipo y de lo que hemos conseguido juntos en las últimas décadas.
¿Cómo describiría la cultura corporativa?
Somos muy innovadores, a veces casi demasiado. Y como entretanto hemos crecido tanto, tenemos que esforzarnos por mantener y optimizar nuestra colaboración más allá de los límites departamentales. Fue la cultura de cooperación y apoyo la que nos llevó al éxito entonces, y tenemos que aferrarnos a ella. Hay un enorme apoyo entre el equipo de ventas y todo el mundo ayuda en lo que puede cuando se necesita ayuda. Y también se pueden arreglar las diferencias, luego se da la mano y se pregunta en qué se puede ayudar.
¿Hubo algún mentor o modelo en la empresa que te inspirara?
Me vienen a la mente dos nombres: Aprendí del propio Christian Buske, en la parte de ventas, cómo tratar con los clientes y los proyectos en Plasmatreat y cómo enfocar algunas cosas en el campo de la tecnología del plasma. Hoy en día me sigo beneficiando de ello. También aprendí muchos conocimientos técnicos de nuestro antiguo jefe de producción, Klaus Gerdes. Tenía una forma de explicar las cosas que te hacía entender hasta los temas más complejos.

¿Cómo han cambiado tus tareas y responsabilidades a lo largo de los años?
Empecé como responsable del sur de Alemania y hacía de todo: ventas, tecnología de aplicaciones, servicio e incluso, al principio, tareas de limpieza. Hoy soy Jefe de Ventas en Alemania y la estrategia y la responsabilidad sobre el personal ocupan el primer plano de mis atribuciones, pero me mantengo deliberadamente al día de las tareas de servicio.
¿Qué deseas para el futuro de la empresa?
En cualquier caso, ¡lo mejor!
Espero que nuestra fuerza innovadora se traduzca en éxitos concretos y que podamos seguir sacando a la carretera la potencia que tenemos.
¿Qué consejo darías a los nuevos empleados?
Es muy sencillo: no seáis demasiado tímidos a la hora de realizar trabajos prácticos. Recorran todo el proceso, desde la adquisición hasta la puesta en marcha, para que entiendan lo que hacemos.
Y muy importante: ¡si no está documentado, no ha ocurrido!
¿Qué más te gustaría aprender?
Mantener la calma en situaciones difíciles. Incluso en situaciones supuestamente negativas, quiero ser capaz de afrontar las cosas de forma relajada y obtener siempre los resultados más productivos.
Gracias por tus 25 años de compromiso y por compartirlos con nosotros, Joachim.